Jaime
Romero: Escritor, artista plástico, poeta, activista cultural, corresponsal de
la Universal Radio de Madrid España, actualmente es director de la Organización
Arte-Juárez de la frontera Norte de Ciudad. Juárez, Mex.
Julia
De la Rúa: Escritora, poeta, artista plástica. Activista cultural. Asesora artístico
cultural de Araña editorial.
España. Española, una mujer intensa e
idealista que desnuda su alma en estos versos,
en su poema Nací perra.
Nací Perra... (1)
Perra
de dos patas, aunque a menudo debí andar a cuatro. Perra atada a collares de
lujo; en un tiempo también atada al cordel del amo al que amé. Cordel grueso y
de áspero esparto que horadaba mi cuello a cada estirón de su mano...
Lamí
heridas con mi lengua rebosante de curativa baba. Lengua que recorrió rostros
fríos e impávidos ante mis lengüetazos suplicantes de amor.
Perra
nací en cama de camada grande, en la que mis hermanos, los perros, aun débiles,
imponían su poder.
Perra
a dos patas.
Perra
a cuatro patas.
Mujer.
pasado el tiempo
detento
el rango
de
perra asilvestrada
retozo
por los valles
lujuriosos
de la vida
salto
brinco
entre
árboles frescos
entre
frutos silvestres
entre
hombres y alimañas
que
dan goce a mi cuerpo
y
alimento a mi alma
ahora
perra salvaje
y
libre
planeo
entre nubes
que
embadurnan mi rostro de espuma
entre
mares y ríos que lavan mis heridas
entre
bosques que acunan mi
soledad
infinita
perra
nací
sí
perra
a dos patas
sí
perra
o
simplemente
mujer.
a).
El análisis, no pretende tener una actitud de búsqueda simbiótica de estilos,
corrientes, influencias o estructuras literarias basadas en erudiciones he
intelectualismos poéticos.
Su
propósito es el de analizar el contenido simbólico de las palabras en una
interpretación humanamente adivinatoria, sobre las frases del poema. Para
tratar de comprender las letras en la naturaleza del pensamientos poético
de la poeta; En la sabiduría contenida en las metáforas de sus versos.
El
Poema.
Nací
perra.
Perra
de dos patas, aunque a menudo debí andar a cuatro. Perra atada a collares de
lujo; en un tiempo también atada al cordel del amo al que amé. Cordel grueso y
de áspero esparto que horadaba mi cuello a cada estirón de su mano...
Inicio.
1.-
Nací perra.
a.-
Nacer mujer; es una degradación de género, una desventaja en un mundo hecho por
generaciones para el hombre.
Una
condición lamentable producto de una subcultura milenaria, producida
posiblemente por la religión, el dogma la guerra o simplemente, porqué a la
mujer le gusto o se le hizo más fácil estar más cómoda y vivir de co-dependiente
en una sociedad donde la exentaron por
voluntad propia de la discusión política y se conformo, con ser
emocionalmente un artículo de belleza o un artificio decorativo encerrada
en una cárcel llamada hogar.
Posiblemente
todo esto fue por las costumbres o simplemente por la falta de preparación de
la mujer, que carece de alternativas económicas donde pueda liberarse de esa
esclavitud atada a la voluntad del hombre y a su dependencia moral, física e ideológica y a su presencia en un mundo
donde la individualización y la realización de la independencia cada vez es más
presente.
Porque
ellas, son preparadas para ser objetos sexuales y no para ser, seres humanos
racionales y autónomos y no una mujer esclava y servicial que atiende sumisamente la vida del hombre sin
tener una vida aparte.
Degradaciones
inhumanas que aniquilan los sentimientos
e ilusiones de cualquier ser humano que viva esta condición social,
política y económica como modelo de vida.
“Perra
de dos patas, aunque a menudo debí andar a cuatro”.
Perra:
literalmente es una palabra muy despectiva y agresiva, y comprendiéndola de una
manera muy personal la metáfora del símbolo poético, me evoca a la expresión de
ser un artículo femenino eróticamente sexual, cómo ya lo había señalado
anteriormente.
De
dos patas. Aquí si relacionamos la actitud sexual con la naturaleza humana,
percibimos racionalmente que ella, era manipulada sexualmente, más que
comprendida como un ser pensante.
Aunque
a menudo debí andar en cuatro: Dominación total de la personalidad,
sometimiento, sumisión, control de su voluntad, esclavitud y ausencia de
libertad de pensar de decidir de actuar. Intimidación aniquilamiento de la
personalidad, sufrimiento y dolor interior.
b.-
Empezare con el ejercicio de analizar el poema de Julia De la Rúa,
Quiero
aclarar algo, un análisis no es un una estructura de un ensayo bibliográfico o
documental (ni un acto de literatos, intelectuales o eruditos o académicos, más
bien su propósito es reflexionar y filosofar un dialogo). Donde se den
referencias de citas.
Puede
suceder que se den, mas no es necesario.
Es
una interpretación simbólica del lenguaje su interés inteligente es ver la
atmósfera de las ideas sus símbolos en esencia y el rastreo de su significado
lingüístico psicológico y filosófico de las metáforas poéticas que encierran la
descripción mas aproximada de las expresiones de un poema o de su intención de
comunicar un sentimiento que está oculto o que tiene un doble sentido en los
pensamientos de los humanos (una puerta al inconsciente de los pensamientos que
guardan los secretos ocultos de las palabras de un poeta, que disfraza sus
pensamientos detrás del poema),
Además
tanto el que analiza como el poeta son ajenos a las ideas que emanan del poema,
los lectores deben desprenderse de personificar o involucrar a ambos de su
contenido. Las ideas tienen personalidad aparte de los analistas y del creador
del poema es un mensaje de una realidad existente propia de discutir dialogar y
comprender en la vida.
Continuemos
pues.
2.-
Perra atada a collares de lujo; en un tiempo también atada al cordel del amo al
que amé.
c.-
El símbolo perra ya se explico anteriormente: Atada a collares de lujo: Es muy
común en muchos de los caso donde la mujer principalmente joven e inexperta, que se deja llevar por el
dinero, la posición social los roles sociales, sea vendida y ofrecida o
simplemente comprometida, sin tomarla en cuenta su opinión.
Un
collar es un articulo caro un ornamento que una mujer sencilla inteligente, no
usa, por lo general.
Las
joyas son un distintivo de las aristocracias de las sociedades de todas las
historia de la humanidad, son artículos de lujo superficiales muy costosos a mi
manera de verlo innecesario en los humanos.
La
palabra atada y corcel son argollas de una esclavitud a una obediencia, porque
el amor se vuelve tiranía, abuso o simplemente Voluntad de Poder de dominar la
naturaleza débil de una persona sometida.
Lo
normal es el dialogo ecuánime que comparen ideas y sentimientos sin ser dominio
de uno sobre el otro, para socializa y procrea el impulso de la transformación
del pensamiento para tener un encuentro social y cultural entre ambos
individuos. Que en este caso no existe para nada.
Al
que amé: Es en pasado una vez comprendido la naturaleza de su error se perdió
el encanto la farsa, el dominio la independencia la búsqueda de la
libertad.
Uno
se pregunta, necesitara la mujer al hombre para desarrollar sus proyectos de
progreso o lo empleara en sus empresas, donde ella viva independientemente, sin
ataduras que le impidan ser ella y con bienes propios y capital solvente donde
ella tome sus propias decisiones y no las del otro, que jerarquiza y controla
la dirección del curso de su vida,
3.-
Frase del poema de Nací perra de Julia de la Rúa.
Cordel
grueso y de áspero esparto que horadaba mi cuello a cada estirón de su mano...
d.-
Cordel: es una cuerda una soga que raspa, que asfixia su cuello, le falta el
aire.
Recuerdo
hace unos mese una amiga que dejo a su esposo, porque se sentía atemorizada,
sin libertad, ni compresión de él hacia ella. Y lo que mas me sorprendió fue
cuando me dijo; que la actitud de temblor de sus manos se le habían quitado.
Que se sentía tranquila y libre, con paz interior.
Bueno,
si no encuentran quien te comprenda, no tiene caso seguir en compañía de
alguien que no te apoya o que no se deja que la ayudes, porque la relación y
crianza de una familia es una labor de equipo o simplemente se alejan de él,
porque no les interesa su compañía o no era lo que ellas pensaron que
era.
La
razón de una separación es la no compactibilidad de caracteres.
El
poema prosigue a cada estirón de su mano. Los hombres nos volvemos tiranos de
las mujeres, porque ellas se dejan, y por su educación servil y su supuesta
debilidad emocional y codependencia económica y de la protección que ejerce él
en su vida.
Ella
se siente protegida por él, por ejemplo: aquí en México la mujer no es apoyada
ni por la justicia ni por la Constitución, sus derechos como civil son
atropellados impunemente por todo el mundo, hasta por la mujer misma, se
enfrenta a la realidad sin fusil, la envían a la guerra desarmada, como va
encontrar la libertad.
El
caso de la mujer de la maquiladora que dejaba sus hijos encerrados en su casa
todo el día, y que estos se volvieron contra la sociedad asesinando a todo
aquel que les impedía lo que ellos argumentaban, que les privaron de su derecho
de ser feliz y el de pasar una niñez encerrados en un casa aislados del mundo,
mientras su madre se iba a trabajar dejándolo solos y abandonados.
Todo
esto se hubiera solucionado si el gobierno y la industria hubieran hecho
guarderías para los obreros.
Una
óptima relación está construida en el trato en el respeto y la aceptación de
las ideas y no en el sometimiento de uno con el otro. Además cabe mencionar que
ambos tienen una actitud de que no se sabe, porqué les afecta tanto lo que uno
dice del otro a ambos les afecta igual.
El
verdadero problema es cuando guardas resentimientos y odios y sed de
venganza.
Eso
mata las ilusiones y pierdes el deseo de ser tu o de encontrar alguien que te
comprenda porque quedas traumatizada y piensas que todos son igual que aquel
que te lastimo,
.
4.-
Del poema de Julia De la Rúa Nací perra
Lamí
heridas con mi lengua rebosante de curativa baba
e.-
El lamer heridas con su lengua es poner un objeto en su boca, Pero también al
decir lamí, es que cedió al gusto personal por voluntad propia o transfirió, o
traspaso a alguien la acción o el derecho de lamer una herida que es
literalmente un acto dicho de una materia líquida: Derramar por encima el
bordes que contiene. De curativa baba.
No
hace falta usar mucho la imaginación para saber a qué se refiere, En el acto
erótico es común desarrollar estos juegos sexuales entre personas adultas
erótica mente activa,
Lo
que aquí podría uno pensar es que ella lo hacía en un sentido de placer y de
gusto, no tanto para a satisfacer aquel al que le es productora de placer, al
roce de su herida como ella le menciona. Sino que también lo hacía con gusto al
logra el propósito de finalizar el acto final y eyacular.
Que
es lo más normal en una masturbación oral.
Autor
del análisis.
Jaime
Romero.
8
de oc. De 2015
En
Cd. Juárez Mex.
5.-
Lengua que recorrió rostros fríos he impávidos ante mis lengüetazos suplicantes
de amor.
f.-
La poeta utiliza metáforas poéticas en las palabras de tal manera que pensé por
ejemplo: que la anterior expresión genital de herida en lugar del miembro
masculino era femenino, Porque es que yo parto de la referencia personal al
interpretar el símbolo, pero ella, de la de ella.
Entonces
herida, podría ser su órgano genital y no el masculino, como le describí.
Precisamente porque metafóricamente están inversos los símbolos y entre las
expresiones del poema se mezclan las ideas.
La
poeta es compleja en ese sentido de descifrar o comprender la intención real
del poema en su discriminación por palabras, en relación con el total de las
palabras y en el sentido lógico de una cristalización sobria del
pensamiento.
Aquí,
por ejemplo: la lengua, podría ser en el sentido de dialogo de una comunicación
exterior, que pretende comunicar lo que ve.
Recorrer,
es un acto de conversación de participación de interrelación de observación
entre otros análisis que efectuaba que concluían con rostros fríos, sentido de
una inexpresiva imagen de algo sin emisiones, calculador, compacto sin
sentimientos exteriores. Impávidos, que está ella libre de pavor, serena, ante
el peligro, impertérrito, es decir sin miedo, posiblemente él.
Ante
mis lengüetazos, En primera persona, ella manifiesta que presenta una
comunicación ante la que él definitivamente es indiferente, y que a ella la
lastima su actitud hostil y seca.
Suplicante
de amor, en una relación a mi manera de verla, debe de existir la
correspondencia de afecto, si uno de los dos, solo expresa sus emociones y el
otro no está receptivo, porqué no siente nada por ella, es imposible encontrar
una armonía de amor en donde solo uno ama y el otro no.
Frases
sobre el poema Nací Perra de Julia De la Rúa
Por:
Jaime Romero
En
Cd, Juárez Mex.
10
oct. de 2015
6.-
Perra nací en cama de camada grande, en la que mis hermanos, los perros, aun
débiles, imponían su poder.
h.-
Bueno prosigamos en el análisis, ya lo de perra nací, ya lo explique, solo
habría que aclarar una cosa, La intención de perra en México, tiene otro
sentido lingüístico, mas bien se le dice a una persona brava o violenta.
En
cama de camada grande. Esto seguro es referente a la familia. Por ejemplo: aquí
en mi país, las familias numerosas son condición de cierta clase social. Por lo
general o son obreros, campesinos o muy religiosos. Los que tienen familia
numerosa.
Posiblemente,
no lo sé, intuyo que la expresión mis hermanos, es referente sobre el núcleo
familiar, no define sexo, solo explica la generalidad. Mis hermanos los perros,
o bien puede ser la humanidad un grupo o sociedad, en fin.
Aun
débiles, la debilidad es una condición de fuerza ya sea por carencia de
nutrición o de carácter de personalidad, aquí si queda subjetiva la idea para
una observación personal a mi criterio.
Imponían
su poder. La lucha de poder entre los grupos es una fuerza natural, de la
sociedad, siempre hay sometedores y sometidos en las estructuras sociales,
existen los líderes y los que necesitan de ellos.
Las
sociedades son entidades estructurales que necesitan por naturaleza ser
dirigidos por líderes en una lucha de Poder organizacional en cualquier
sociedad grupo u Horda que exista sobre la tierra. Como decía: Aristóteles, El
humano es un animal sociable por naturaleza.
Fragmento
del poema de Julia De la Rúa Nací Perra
Por:
Jaime romero
En
Cd Juárez Mex.
11
de oct. de 2015
7.-
Frase del poema de Julia De la Rúa de nombre Nací Perra.
Salto
brinco entre árboles frescos entre frutos silvestres entre hombres y alimañas
que dan goce a mi cuerpo y alimento a mi alma ahora perra salvaje y libre. __
Saltar, y brincar entre los árboles, es el espíritu de la exploración en busca
de enseñanzas y aprendizajes. __ Entre frutos silvestres, en un huerto agrícola
en la selva en un paraíso desconocido por ella, posiblemente sean sus deseos de
libertad en la vida. __ Entre hombres; Si moralizamos la expresión, seria tener
una vida desenfrenada o romper con el tabú de la propiedad privada marital que
queda diluida en el contrato moral por el juicio de la libertad de la razón. __
Y alimañas que dan goce a mi cuerpo. Alimaña; animal irracional o persona mala,
despreciable, de bajos sentimientos con los que ella se relacionaba. __ que dan
goce a mi cuerpo.- Lo que ya explicamos en lujuria, ella encontró una
liberación insatisfecha en su naturaleza o quizás en su imaginación dispuesta a
satisfacer sus deseos animales de su sexualidad humana. __ Y alimento a mi alma
ahora perra salvaje y libre. Llenar el deseo de amor que fue insuficiente
áspero frió intolerante y amargo. Resurge del abismo de nuevo a la luz,
irradiaste de alegría sana y vigorosa decidida a desperrar disidida a vencer
los obstáculos. Las calles y los peligros de la realidad no delimitaran la
libertad de aquel que desea encontrar la experiencia de ser libre, que implica
una responsabilidad, encontrar la razón de la libertad y comprender su
significado.
Fragmento
del poema de Julia de la Rúa.
Por:
Jaime Romero. 16 de oct. De 2015 en Cd. Juárez, Mex.
8.-
Del poema de Julia de la Rua. Nací perra
Planeo
entre nubes, que embadurnan mi rostro de espuma
Entre
mares y ríos que lavan mis heridas, entre bosques que acunan mi, soledad
infinita.
i.-
Planear entre nueves: Las aves son las reinas del espacio símbolo de la
libertad del horizonte en la inmensidad del cielo. Sus vuelos planean hasta
alcanzar las nubes, es posible que la metáfora se incline en hacer una analogía
en este sentido o simplemente representar la libertad de una pluma o de un
sentimiento volátil y ligero de un estado de ánimo posiblemente onírico o
fantasioso.__ Que embadurnan mi rostro de espuma. Sensación de untar, o de
pintarrajear su rostro con la vida, el devenir incierto donde limpia los
avatares de la existencia atormentada y vacía, ausente de libertad,
enclaustrada en una soledad sin sentido, oprimida y sombría, ausente de
libertad. Posiblemente sea una auto-protesta, o una reflexión interior, por
encontrar la salida al laberinto caótico en el que se vio inmiscuida y atento
contra el espíritu de su naturaleza salvaje hambrienta siempre de libertad.
Fragmento
del poema Nací perra de Julia De la Rúa
Por:
Jaime Romero.
19
de oct. De 2015
En
Cd. Juárez Mex.
8-
Del poema d Julia de la Rúa Naci perra
Perra
nací sí perra a dos patas sí
Perra
o simplemente mujer.
j.-
Este es el final del poema de Julia De la Rúa, poema que reafirma la convención
de sus valores que pretenden sostener que la voluntad de la mujer, la
auto-independencia y la libertad de ella , no dependen de un individuo o roles
de la sociedad, sino de la capacidad de las mujeres de capitalizar su
personalidad, siendo independientes y sin dejar de ser lo que son; Simplemente
y llanamente mujeres que luchan por establecer los mismos derechos que el
hombre en una estructura política donde ellas aun no compiten en igualdad de
circunstancia por la falta de conocimiento y visión del entorno de su
historia.
Que
dejen de ser ellas mismas sus propios enemigos y que creen una autentica
filosofía de su naturaleza.
Que
no esté sujeta a la voluntad de los discursos de los hombres y fundamentada en
el dialogo, y la concertación en la organización de la proyección de sus
ideales políticos.
Y
también por no salir de su castillo de arena esperando que sus sueños dejen de
ser sueños.
Notas
sobre los análisis
Adriana
Candía- “ Prefiero mil veces el auto calificativo de LOBA”.
Jaime
Romero: Pienso que la diferencia que señala Adriana Candía. Es que el
calificativo de perra es de violencia, agresividad una Doña Cabrona. En cambio
la Loba, es una fiera, astuta, fuerte y egoísta. Que bien podría ser una
transformación de perra a loba. En lo que narra Julia De la Rúa que en el poema
de Nací perra, no viene. Pero en otro poema sí. Que no es parte del texto pero
que cabe señalar que ese calificativo si está en otra expresión del libro.
Porque si presenta expresiones muy de Loba mas que de perra en las frases del
poema. Saludos a ambas. Jaime Romero
-
Escribe una
respuesta...
Apreciado
Jaime Romero, mi mejor respuesta es continuar con el poema al que haces alusión y que dedico en especial a Adriana Candía.
"Y qué soy ahora: ¿mujer-hembra o
perra-apaleada?
Quisiera
ser una hembra-loba para retozar en la estepa-tundra-taiga donde alimentarme de
alces-ciervos y no en las sierras cercanas a las ciudades en las que aún debería
de ir a comer-robar corderos o vacas alimentadas por los humanos.
Quisiera
ser una hembra de loba en los fríos esteparios, en las nieves verdes, en los
campos donde mi manada manda
Si
lo pienso bien, siempre he sido nómada y mis ladridos no eran de perra, sino
aullidos de loba"……
Busqué aparearme sólo con mi
amo
y mil
perros amantes mantuve
en la
guarida de la búsqueda
busqué
naturaleza y no esclavo
busqué
lamer de gozo y no heridas
busqué
participar y no esclavizarme
y
esclavizar
busqué
ser libre y no estar atada,
busqué
vivir y no ser aniquilada
qué
contradicción humana
la de
no cumplir
con
el pacto natural de la existencia
y
matar
de mil maneras
todas
obscenas
giro
y giro
rrrrrruuuuuuuuuuuu
suena
el
frío
asfalto
ratatatatatatatatatatata
tatatatatatatata
giro
y giro
y
después
mi
cabeza
se
sacude y crece mi pelo
no mi
alma
mi
alma está doblada
esquinada
en la
calleja de la oscura voluntad
la
voluntad
esquinada
en la
sociedad
aún
subterránea
lo
subterráneo habitando su oscuridad
no
exento de palabras
y la
palabra esperando aparearse
con
otra palabra
de la
que nazcan el resto
palabras-hijas
palabras-hijos
palabras
sedientas
hambrientas
de
tundras libertarias
mujer-hembra
perra-loba
ya
añadí una nueva
palabra
a mi
diccionario íntimo
no el
editado por perros lascivos
sino
por
mis
pies sencillos
lo-ba
loba-roja-gris
loba
de largos dientes
de
misteriosa mirada
de
rabo que pinta a mi amo
de
cuerpo sedoso-gozoso
¿Pero
no será otra utopía mía, soñadora de quimeras? ¿Me quedaré en simplemente
mujer? ¿Seré la mujer llorona que me hizo la educación de los débiles?
¿Seguiré haciéndome las mismas preguntas? ¿Seguiré en el sueño
educado, adecuado a la forma impuesta, establecida, exigida estudiada para ser
aniquilada de una vez? ¿O buscaré una palabra con nombre primitivo que aún no
exista?
¿Seré capaz de encontrar esa palabra? Y lo más sublime: ¿seré capaz de
hacer llegar su esencia a mi alma-niña-mujer-hembra-perra-loba?
Creo
que el texto al completo titulado EL PERFIL DE LOS PERROS ha sido una de las mayores catarsis sufridas a
través de la escritura. Es difícil para mí dar una explicación más allá de lo expresado en todo el poemario,
cada mujer, cada hombre, podrá aportar otras vivencias, otros caminos
recorridos. Jaime Romero, has sido un importante apoyo para mis versos. Sin
duda ayudaras a muchas mujeres y hombres a interpretarlos desde tu experiencia, yo quiero aportar mis
sentimientos de apoyo a hombres y mujeres que luchan por la igualdad de SER
humanos sin etiquetas. Aporto un estudio que realizo Rocío Garcés, filosofa, Es vital que se debatan argumentos entre mujeres y
hombres. Sin duda nos ayudará a entendernos con más humanidad y empatía y no
como rivales.
Julia De la Rúa.
30 octubre 2015
“Las mujeres han sido tratadas hasta ahora por
los hombres como pájaros que, desde una altura cualquiera, han caído
desorientados hasta ellos: como algo más fino, más frágil, más salvaje, más
dulce, más lleno de alma — como algo que hay que encarcelar para que no salga
volando”.
F. Nietzsche, Más allá del bien y del mal,
aforismo 237.
La verdad
de la mujer
Rocío
Garcés Ferrer
«Mujer es
un nombre de esta no-verdad de la verdad».
J. Derrida, Espolones
Podemos decir que El perfil de los perros es, a
primera vista y sólo a primera vista, un camino angosto, estrecho y oscuro,
difícil de recorrer; es el camino que el poeta Remigio González «Adares», poco
antes de morir, le propuso atravesar a Julia para alcanzar la «otra voz»: su
voz. La voz de una Julia liberada de todo convencionalismo, «ya sin metáfora»;
o como le gusta decir a ella, una voz convertida en «una palabra sin nombre»,
imprevisible, directa y primitiva. Por eso este libro es también –y sobre todo–
el relato poético de una transformación; o, más bien, el relato poético de
varias transformaciones. Y es de estas transformaciones de las que me gustaría
hablar hoy.
En primer lugar, porque aquello que aquí se trata de
transformar, y en cierto modo de deconstruir, es, en una sola palabra,
la palabra «mujer». Y el hecho de que yo esté aquí sentada hoy tiene
algo que ver con mi condición sexual femenina. Vistas las cosas desde esta
perspectiva, he de confesar que lo primero que me vino a la cabeza cuando me
puse a leer El perfil de los perros fue la siguiente pregunta: ¿Qué
hubiese sucedido si Nietzsche, si Zaratustra, hubiera sido una mujer? ¿Acaso no
arremetería «a martillazos» contra la palabra «mujer» y contra todas sus
máscaras?
Quizá la palabra «mujer» sólo sea eso: un semblante, un
efecto espectral, discursivo, un producto más de la vieja máquina falo-logo-céntrica
–esa máquina de la producción del sentido que gira en torno al «falo» como
significante privilegiado–, disimulando así, detrás del nombre-máscara «mujer»,
una ausencia fundamental. Hagamos una prueba. Abramos el diccionario y
busquemos a una mujer en la palabra «mujer». El diccionario de la
RAE recoge las siguientes acepciones:
1.
Persona del sexo femenino. El
baño de mujeres de la estación.
2.
Mujer que ha
llegado a la edad adulta. Se ha hecho una mujer.
3.
Mujer que tiene
las cualidades físicas y morales especialmente valoradas en una persona adulta
de su sexo. Me pareció toda una mujer. Tan mujer como la que más.
4.
Mujer casada, con
relación al marido.
5.
Afect. coloq. Se usa para
dirigirse a una persona de sexo femenino, generalmente con un matiz
conciliador. ¡Mujer, qué susto me has dado! ¡Mujer, no te enfades!
6.
Mujer de letras, la
que cultiva la literatura y las ciencias humanas.
7.
Mujer de su casa, la
que con diligencia se ocupa de los quehaceres domésticos y cuida de su hacienda
y familia.
8.
Mujer fatal, aquella
cuyo poder de atracción amorosa acarrea un fin desgraciado a sí misma o a
quienes atrae. Se usa referido principalmente a personajes de ficción, sobre
todo de cine, y a las actrices que los representan.
9.
Mujer mundana, prostituta.
10.
Mujer objeto, la que es valorada exclusivamente por su belleza o atractivo sexual.
11.
Mujer perdida o mujer pública, prostituta.
12.
Buena mujer, se usa para llamar o
dirigirse a una desconocida.
13.
De mujer a mujer,
con sinceridad; de igual a igual.
14.
Ser mujer una niña o
adolescente. Haber tenido la menstruación por primera vez.
15.
Tomar mujer un hombre,
contraer matrimonio con ella.
¿Qué es entonces una mujer? ¿La mujer adulta, la
mujer casada, la mujer de letras, la mujer de su casa, la mujer fatal, la mujer
mundana (prostituta), la mujer objeto, la mujer perdida o mujer pública
(«prostituta» dicho de otra manera), la buena mujer, a la que le viene la
primera menstruación (nada se dice en el diccionario de la que ya la perdió
para siempre) o la que es tomada por un hombre?
El famoso psicoanalista francés Jacques Lacan nos ofreció
una respuesta: «La mujer no existe». No es posible dar con el universal
«La mujer» que las agrupe a todas en una misma clase; su significado no puede
hallarse, por tanto, entre las páginas de los diccionarios porque ellas sólo
acceden a su feminidad de manera singular: «Una a una». Pues, a
diferencia del hombre, su goce no se reduce a la función fálica; y al situarse
así dentro y fuera a la vez de la vieja máquina falo-logo-céntrica, es
decir, al ser singular y sin-lugar –en esto consiste su ser «no-todo»
para Lacan–, la indeterminación de su goce nos encaminaría hacia la pura ex-sistencia[1].
Traigo esta idea aquí a colación porque en los poemas de Julia he encontrado
una rebeldía provocadora, una destrucción «a martillazos» de los nombres de
mujer cuando, por ejemplo, escribe su propia lista:
La mujer amiga
enemiga por excelencia
La mujer competitiva
perversa por excelencia
La mujer política
macho sin sentido
La mujer fea
arma letal para la belleza
La mujer-mujer
veneno sin fortaleza
La mujer ban-de-ra
a la hoguera
La mujer banal y puta...
Y la mujer niña...
También he encontrado en sus versos un deseo liberador que
se anuncia y se enuncia siempre en un más allá de la palabra «mujer», en
un lugar donde primitivamente poder ex-sistir:
La mujer tiene demasiados nombres impuestos
La hembra, sólo uno: su ex-sistencia
El primer movimiento, el provocativo-destructivo, puede ser
leído entonces como el deseo de acabar, de una vez por todas, con la idea de la
«mujer-verdad» y con «la verdad de la mujer». Ya que, en este caso, tal y como
señala Derrida en un texto dedicado a Nietzsche: «Es el “hombre” el que cree en
la verdad de la mujer, en la mujer-verdad. Y en verdad las mujeres feministas
contra las que Nietzsche multiplica los sarcasmos, son los hombres»[2].
El feminismo es aquí entendido como aquella operación por la que una mujer
quiere asemejarse al hombre, asumiendo la ilusión viril que conlleva el efecto
de castración, del cual la mujer se encontraba ya liberada al habitar la no-verdad,
el sin-lugar o el no-todo; al ser, por tanto, el semblante de la
ausencia de esa verdad (que no es otra que la verdad falocéntrica).
Julia se refiere a esta guerra de la mujer contra la mujer, bajo el título
«Armas de mujer y guerras sin nombre», cuando dice:
Mi peor guerra: la guerra con la mujer
La guerra de mujeres o con mujeres
Qué cruel destino
ser-mujer participar-en-guerras-de-mujer
y no salir indemne hacia el camino
del hombre
Ése es el mal de la mujer y del hombre
Nuestra guerra de mujeres
El proceso de liberación, metamorfosis y transvaloración al
que Julia nos invita en El perfil de los perros –éste sería el segundo
movimiento– pasa entonces por deconstruir el «efecto de la castración»
no sólo en la «mujer», sino también en el «hombre». Con esta finalidad nos
describe de forma transversal, a lo largo de todo el libro, el relato de tres
transformaciones operadas sobre el nombre «mujer».
La primera de ellas,
la «mujer-perra», equivaldría al «camello» de Así habló Zaratustra.
Si para Nietzsche el camello corresponde al espíritu de carga y de veneración,
a la renuncia y a la obediencia del «Tú debes», para Julia la figura de la
«perra» encarna la sumisión de la mujer a su amo, una relación de esclavitud
–hoy diríamos de «violencia de género»– que subvierte al transformarse en
«hembra-loba». En este caso, la loba salvaje y libre se asemejaría al «león» de
Zaratustra, (el «Yo quiero»); y del mismo modo que el león «quiere conquistar
su libertad como se conquista una presa y ser señor de su propio desierto» para
dar lugar a «la libertad de un nuevo crear»[3],
la hembra-loba arremete contra las coacciones morales que entraña el nombre
«mujer» en su deseo de ser «naturaleza y no esclava». Este proceso es necesario
para llegar, en último término, a la figura de la «niña sin nombre», para
lograr esa inocencia y ese olvido que requiere todo nuevo comienzo, todo decir
«sí» a la vida sin resentimiento y sin violencia.
En este tránsito, que va de la mujer-perra a la hembra-loba
y por último a la niña, Julia (ya sin metáfora) puede anunciarle al «hombre»
–con una voz inocente, liberada de los roles sociales– que «la castración no
existe», que el significante «mujer» ha muerto y que, con él, también lo ha
hecho el del «hombre». Es importante subrayar que la transvaloración
de los valores aquí efectuada no juega el papel de una mera inversión de las
relaciones de poder entre el hombre y la mujer, sino que aquello que se ha
transformado es la estructura misma de lo jerárquico, la estructura misma de la
oposición, abriendo así un nuevo espacio de significación –no previsto por
Nietzsche, porque, entre otras cosas, no era mujer– para la relación entre los
dos sexos.
[1]
«Creo en el goce de la mujer, en cuanto está de más... ese goce que se siente y
del que nada se sabe, ¿no es acaso lo que nos encamina hacia la ex-sistencia?»,
J. Lacan, Aún. El seminario:
libro 20, Paidós, Buenos Aires, 1981, p. 93.
[2]
J. Derrida, Espolones. Los
estilos de Nietzsche, trad. de M. Arranz, Pre-textos, Valencia, 1997, p.
42.
[3]
F. Nietzsche, Así habló
Zaratustra, trad. de A. Sánchez Pascual, Alianza, Madrid, 2003, p. 54.
No hay comentarios:
Publicar un comentario