martes, 7 de mayo de 2013

CRÓNICA FIRA DEL LLIBRE DE VALENCIA 2013


FIRA DEL LLIBRE VALENCIA 2013

            Fin de semana en Valencia. Ánimos desbordados en un ambiente de FERIA librera, fiebre playera, y yo, junto a mis correligionarios capitalinos y alguien más, entregado a las delicadezas mundanas que se me pusieran por delante, en especial las que nos llegaron de la mano del clan DE LA RÚA, hospitalario donde los haya. Solo que éste no es un patriarcado, no, no hay sistema de parentesco patrilineal, ni mucho menos, a la cabeza se encuentra una MUJER, con mayúsculas: Julia de la Rúa.

            Llegamos a los Jardines del Real rozando el mediodía, con un sol inesperado después de las veleidades de este mayo de transición, y entre saludos y (des)cortesías nos fuimos poniendo a tono con el ir y venir de la gente, con lo bucólico del evento, hasta que llegó el momento de la presentación conjunta en una de las carpas dispuestas por la organización para tal fin. Éramos tres los afortunados: Kadan Navarro (Humano), Manuel Espino (L´enfantville) y YO (Un insólito día para Silvestre Mendo). ¡Venidos desde Madrid para la ocasión! Merced a implicaciones geográficas evidentes, la sede de Araña Editorial se convirtió (y espero que por mucho tiempo) en nuestro particular lugar de peregrinaje.

            El acto comenzó y fuimos hablando de cada una de las obras, enfatizando diferentes aspectos según cada autor, hasta que la contención de los primeros cinco minutos saltó por los aires. El agradecimiento dio paso a la denuncia y entre humo y cerveza se perdió un NORTE marcado por el ajetreo desvergonzado y riguroso de Julia de la Rúa, que hizo del escenario un feudo artístico-instructivo al que no paró de acercarse gente, atraída por el revuelo demencial elevado por nosotros, CUATRO sujetos imprecisos.

            Antes de la ronda de preguntas vino la actuación de Adri Castellanos (guitarra rítmica) y Christoph Ringelkamp (guitarra solista), interpretando varias canciones de los Beatles y Bob Dylan, y supieron poner la nota musical al inefable disparate de un cuatro de mayo. Lo cierto es que la música nunca sobra, sin importar la naturaleza del EVENTO que se celebre. Después, algo de intercambio de ideas, y, habiendo excedido el tiempo que la organización nos concedió (vinos mediante), los DE LA RÚA nos propusieron un plan irrechazable: paella en el paseo marítimo. ¡Magnífico! Para allá que fuimos, no sin antes haber hecho balance y sacado conclusiones: Araña Editorial es un valor en pleno ascenso cuya trayectoria meteórica está dando mucho que hablar, especialmente porque quienes están detrás creen en ello, en revertir el proceso de subnormalización que padecemos, y contra la convicción y el talento poco se puede hacer. No se trata sólo de una editorial con una producción EQUIS, hay mucho más: activismo social y solidario, rendimiento artístico (sólo hace falta pasarse por la sede y deleitarse con el sinnúmero de cuadros que cuelgan de sus paredes), entre otras honestidades.

            Así que, una vez descalzos y arenados con olor a Mediterráneo, nos sentamos a la mesa, que hambre había, y con el intercambio interactivo de pareceres fuimos dando reposo a la razón y sumiéndonos en el placer mañanero de reconocer el trabajo bien hecho, y las expectativas en aumento. Sólo queda decir, al menos por mi parte, GRACIAS POR TODO ARAÑA.
 

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